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El Yoga como disciplina está íntimamente asociado con la meditación. En sus orígenes cuando se hablaba de yoga era lo mismo que meditación. Con el tiempo evolucionó hacia prácticas donde el cuerpo fue adquiriendo una importancia más elevada. Sin embargo, una práctica de yoga que descarte el aspecto mental no se puede considerar yoga. Queremos un cuerpo saludable porque es esa es una de las maneras de tener una mente sana. ​

Durante cinco sesiones haremos meditación sedente en bloques de 20 minutos. La idea es estar en silencio enfrentándose con sus propios pensamientos para ver hasta donde esta contienda puede o no acallar la mente. Lo principal es la capacidad de concentración. La concentración lleva a la meditación. Se entrena uno en la concentración. La meditación sucede.

Todas las sesiones se presenta un poco como la filosofía del yoga encaja la meditación. Al final compartimos voluntariamente nuestra experiencia. Es importante verbalizar el porqué hacemos yoga y como nos afecta.  ​​ ​