Cada vez que Lea & Tarik vuelvo republico esta reflexión...
Mi primera clase de Yoga fue en Octubre del 2000. Fue un día en que decidí ir al gimnasio con un amigo a hacer deporte. Nadamos, corrimos, tomamos clases de aeróbic, spinning. Llevábamos cuatro horas de actividad física, cuando vimos en el tablero de actividades: Yoga. Venga vamos, ¿por qué no? Dije.
Inhala, levanta los brazos, exhala, barbilla en las espinillas, inhala, levanta la cabeza, exhala salta atrás… Una hora después, me tumbé en el suelo y despegué en dirección a la luna. Mi cuerpo nunca había experimentado nada semejante, para mi mente fue un experimento inolvidable. Yo no buscaba nada así, vino a mí como un regalo inesperado.
El profesor Tarik Van Prehn hacía con sus alumnos lo que sus profesores le enseñaban. Seguía esa buena costumbre de ser un vehículo de algo ya existente y consolidado en vez de ser portador de algo nuevo y personal. Es más una actitud que una acción, una forma de interpretar en vez de una creación.
Dieciocho años después, Tarik sigue siendo para mí ese algo que me acerca a una experiencia más profunda de lo habitual. Siempre creyó que yo podía hacer más de lo que yo mismo pensaba. Veía siempre más que mis propios ojos y gracias a eso yo estoy aquí hoy escribiendo estas palabras para que puedan ser un vehículo para tantos otros practicantes, para que la tradición del yoga que seguimos y practicamos siga viva por muchos siglos más… siglos, sí, porque en el yoga el tiempo es una variable relativa y una vida es apenas un pequeña gota en el océano de la existencia.
Nuno de Oliveira
Ya sabes, al final de este mes , Tarik y su mujer Lea van a estar en la Casa del Yoga impartiendo un curso de Ashtanga Yoga según la tradición de Sri K, Pattabhi Jois. Será seguramente una experiencia inolvidable.
31 de Enero – 3 febrero
Más detalles aquí (https://www.facebook.com/events/1997205967021938/)